Ya que en La piedra de Sísifo he retomado la costumbre de publicar un poema relacionado con los libros cada 23 de abril me gustaría hacer algo parecido con la bibliofilia aquí mismo. No creo que lo haga muchas veces porque lógicamente los poemas sobre un tema tan concreto no abundan, aunque alguno que otro sí que hay. Para empezar he querido transcribir un poema de un reconocido bibliófilo que ya ha aparecido alguna vez por aquí, Luis Alberto de Cuenca. Como este blog está para comentar libros en su formato físico y no para comentar poesía no digo nada más sobre el poema y simplemente os deseo que lo disfrutéis.
Cuántas veces, durmiendo, has rescatado
libros inexistentes e imposibles
de las estanterías del olvido
(un ejemplar intonso, por ejemplo,
del Diable amoureux, de Jacques Cazotte,
ilustrado por Flaxman, Blake y Füssli
a comienzos del siglo XIX).
Cuantas veces el libro de tus sueños
se ha convertido, al despertar, en humo.
Luis Alberto de Cuenca, «Sombras de bibliofilia», La vida en llamas.
Cuántas veces, durmiendo, has rescatado
libros inexistentes e imposibles
de las estanterías del olvido
(un ejemplar intonso, por ejemplo,
del Diable amoureux, de Jacques Cazotte,
ilustrado por Flaxman, Blake y Füssli
a comienzos del siglo XIX).
Cuantas veces el libro de tus sueños
se ha convertido, al despertar, en humo.
Luis Alberto de Cuenca, «Sombras de bibliofilia», La vida en llamas.
Qué últimos dos versos, Dios mío. Son, a la vez, maravillosos y desoladores.
ResponderEliminarNo te preocupes por la supuesta escasez de esta clase de poemas. Tu admirado Borges, como sabrás, tiene poemas bibliófilos para unos cuantos Días del Libro.
Gracias por tu comentario en mi blog.
Un fuerte abrazo, querido amigo
Vaya, vaya... Acabo de ver el poema de Borges en La piedra de Sísifo, así que mi comentario anterior es casi todo él redundante:(
ResponderEliminarEl bibliófilo ya es feliz soñando con los libros y con el olor de las primeras ediciones, sois una especie en extinción.
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