Situada en Largo de Calhariz, esta librería llama la atención desde la calle por su aparente suntuosidad, aunque también es verdad que en el Chiado las hay todavía más ostentosas. Se trata de una sala de tamaño mediano con una amplia mesa en el centro con grabados y postales antiguas, muchas de ellas escritas por detrás (que es prácticamente lo más interesante que he visto).
Lo de aparentemente suntuosa lo digo porque en la librería abundan las colecciones con encuadernaciones en piel, de apariencia lujosa. Pero es preferible no dejarse llevar por la primera impresión: después de consultar el catálogo en Iberlibro se puede comprobar que no hay volúmenes especialmente interesantes. Lo más valioso, con un precio de 1000 euros, es un diccionario biográfico de artistas franceses entre los años 1910 y 1930 en una edición de lujo única y numerada. A partir de ese libro los precios no tardan mucho en ponerse en torno a los 100 euros. Hay muchísima literatura en portugués, y por destacar una literatura extranjera, abundan también los libros en francés, aunque no he podido encontrar nada en español.
El librero, por otra parte, no parece dispuesto a echar una mano al potencial comprador. Se mantiene trabajando en una mesa al fondo de la librería, tan absorto que ni tan siquiera levanta la cabeza por curiosidad cuando entra un cliente.
Lo dicho, lo más interesante son las postales. De aquí salí con las manos vacías. La visita fue fugaz porque había consultado previamente el catálogo, pero me apetecía curiosear.
Lo de aparentemente suntuosa lo digo porque en la librería abundan las colecciones con encuadernaciones en piel, de apariencia lujosa. Pero es preferible no dejarse llevar por la primera impresión: después de consultar el catálogo en Iberlibro se puede comprobar que no hay volúmenes especialmente interesantes. Lo más valioso, con un precio de 1000 euros, es un diccionario biográfico de artistas franceses entre los años 1910 y 1930 en una edición de lujo única y numerada. A partir de ese libro los precios no tardan mucho en ponerse en torno a los 100 euros. Hay muchísima literatura en portugués, y por destacar una literatura extranjera, abundan también los libros en francés, aunque no he podido encontrar nada en español.
El librero, por otra parte, no parece dispuesto a echar una mano al potencial comprador. Se mantiene trabajando en una mesa al fondo de la librería, tan absorto que ni tan siquiera levanta la cabeza por curiosidad cuando entra un cliente.
Lo dicho, lo más interesante son las postales. De aquí salí con las manos vacías. La visita fue fugaz porque había consultado previamente el catálogo, pero me apetecía curiosear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario