domingo, 30 de enero de 2011

¿Será el adiós a la librería Trueque en Santa Cruz?

Rebecca Buffuna, propietaria de Trueque, en su librería

Interrumpo mi silencio forzoso a causa de ocupaciones varias para hacerme eco de una noticia que me llega a través de mi amiga Esperanza. La librería Trueque, punto de referencia de los libros de viejo en Sevilla y sobre todo en el barrio de Santa Cruz, se traspasa (lo que necesariamente no implica que cierre, aunque sí significa que el negocio peligra). Es un acontecimiento que a muchos amantes de los libros recordará a Renacimiento, librería fundada en ese mismo barrio por Abelardo Linares en 1974. Sin embargo, el cierre de la librería de Mateos Gago 27 no supuso el final para Renacimiento, que siguió operando desde la nave industrial que sería de almacén y vendiendo sus libros a través de internet. Pero Rebecca Buffuna, la propietaria de Trueque, no ha querido adaptarse a las nuevas tecnologías, lo que, como ella misma advierte, en este negocio con los días que corren se hace completamente necesario si uno quiere mantenerse al pie del cañón. A la vista está que se trata de una de las poquísimas librerías de viejo sevillanas que no tiene catálogo electrónico, página web o que no está incluida en Iberlibro.

Ojalá esta noticia no signifique el cierre definitivo de la librería. En mi recuerdo la librería Trueque siempre tendrá un lugar especial, como la primera librería de viejos en la que puse un pie. En aquellos años estudiantiles profesaba hacia este tipo de librerías una mezcla de admiración y de pudor. Recuerdo que entraba en ellas con reservas, con la sensación de pisar suelo santo, de ser indigno de estar allí, como si por manosear los libros o por mi ignorancia, el librero, siempre vigilante, me fuera a echar en cualquier momento. Y algo queda de aquello. ¿Cómo no recordar Trueque con cariño si en ella empecé a amar todo lo que amo en estas librerías? Esperemos que exista una continuidad en el negocio, aunque no apostaría nada porque así fuera. Ya se sabe que el librero de viejos es un oficio más vocacional que rentable, y hoy en día, más que nunca, poderoso caballero es don dinero.


Noticia en Diario de Sevilla

domingo, 28 de noviembre de 2010

XXXIII Edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en Sevilla



La imagen de Mark Twain es la elegida este año en el cartel para promocionar la XXXIII Edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Todos aquellos aficionados a los libros, tanto bibliófilos como buscadores de gangas, tienen una cita en la Plaza Nueva entre el 19 de noviembre y el 8 de diciembre. Este año con motivo del evento el Servicio de Publicaciones de la Universidad ha coeditado un libro titulado Un mundo de libros, en el que autores de reconocido prestigio aportan su visión sobre los libros antiguos relacionándolos con alguna ciudad. Una joya para bibliófilos y público en general que merece la pena tener.

La relación de librerías participantes y el calendario de actividades en el enlace adjunto. Aunque, como ya se sabe, las actividades no son precisamente el fuerte de este tipo de ferias, en las que apenas hay libros que presentar y sin firmas como otras ferias del libro al uso. Aquí el plato fuerte son los libros, sin más condimentos.

Si todavía no te has pasado aún tienes ocasión. Se aprovecha el puente para mantener la feria y así aumentar la afluencia de público.

Calendario de actividades y relación de librerías participantes

sábado, 9 de octubre de 2010

Los tesoros bibliográficos del Prado


«Tratatto della pittura di Lionardo da Vinci»


Los residentes de Madrid y sus proximidades están de enhorabuena, porque como siempre la oferta cultural para los amantes de los libros es amplia y variada. Si hace un par de días informaba sobre una exposición organizada por la BNE en torno a la figura de Miguel Hernández, una nueva exposición harán las delicias de los amantes de la pintura y la arquitectura. Y es que el Prado no es sólo una pinacoteca, aunque escasos, tiene fondos bibliográficos de incalculable valor, de entre los cuales se han seleccionado los cuarenta volúmenes más destacados para la muestra titulada «Biblioteca Arthis».

Como no podía ser de otra forma, se trata de piezas muy vinculadas con el mundo de lo pictórico, tanto es así que en la exposición acompañan a los volúmenes ocho pinturas firmadas por maestros como Tiziano, Velázquez o El Greco. Un encuentro que tiene el sabor exquisito de lo reservado sólo para expertos y que ahora se muestra por vez primera al público en general.


Noticia en ABC

viernes, 8 de octubre de 2010

El valor bibliográfico de Mario Vargas Llosa


Primera edición de La casa verde (Barcelona, Seix Barral, Biblioteca Formentor, 1966)

Hace tiempo tuve que decidirme entre una primera edición de Historias de cronopios y famas de Cortázar o de Historia de un deicidio de Mario Vargas Llosa. El ensayo de Vargas Llosa tenía todo el encanto de una obra prohibida, expresión de la antigua amistad entre García Márquez y el escritor peruano, rota quién sabe si por desavenencias político-amorosas. En definitiva, un libro de una única tirada muy difícil de encontrar. El de Cortázar, sin embargo, era un libro que sentimental y personalmente tenía mucho valor, así que al final me pudo más el corazón. No me arrepiento de haber elegido Historias de cronopios y famas, pero sí tengo que decir que el precio de Historia de un deicidio ha subido en Iberlibro, que llega a situarse entre 250 y 600 euros dependiendo de estado del libro y de librería. No hay que pensar que la subida se debe a que le hayan dado el premio Nobel ni mucho menos, sino a que en el mercado de la bibliofilia los precios siempre van a la alza. Perdí la oportunidad de tener una obra exclusiva y única, pero es así cómo funcionan las cosas en el mundo de los libros. Lo importante es estar a la espera, ojo avizor.

Lo cierto es que precisamente es Historia de un deicidio la obra de Vargas Llosa más cara en Iberlibro, seguida de La casa verde, aunque bien es cierto que también la he visto por unos 50 euros. Claro está, que esta puntualización no está completa, porque de La ciudad y los perros, la novela que lo catapultó a la fama, no hay ni rastro (aunque todo hay que decirlo, no podría alcanzar el precio de Cien años de soledad). Algunas primeras ediciones de Vargas Llosa son fáciles de conseguir, yo mismo en mi biblioteca tengo algunas, como Pantaleón y las visitadoras o ¿Quién mató a Palomino Molero? Pero claro, García Márquez también tiene primeras ediciones muy accesibles (también tengo El general en su laberinto). Algo que suele ser habitual en los escritores del boom (con algunas excepciones, como es el caso de Borges).

jueves, 7 de octubre de 2010

Exposición Miguel Hernández. 1910-2010. La sombra vencida


Primera edición de El rayo que no cesa (Madrid, Héroe, 1936)

Como ya sabemos todos este año se conmemora el centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Para celebrarlo la BNE ha puesto en marcha una exposición sobre el famoso poeta valenciano, considerado como «genial epígono de la generación del 27» por Dámaso Alonso. Para la exposición, que tendrá lugar en la Sala Recoletos entre el 5 de octubre y el 21 de noviembre, la BNE ha reunido cerca de doscientas joyas, algunas de ellas inéditas. Además de primeras ediciones de todos sus libros más importantes, destacan sobre todo algunas cartas a su mujer Josefina o los originales de las «Nanas de la cebolla».

Tan valioso es el material que en Iberlibro lo más que se puede conseguir es la primera edición de Cancionero y romancero de ausencias, de Editorial Lautaro de 1958, una edición que está publicada dieciséis años después de la muerte del poeta. No existe nada que hubiera publicado en vida, y la edición más interesante de El rayo que no cesa es de Raya de oro de 1942, en una colección dirigida por Rafael Alberti y limitada a 1500 ejemplares.

La rareza de las piezas que se exponen hace que sea una cita ineludible para los amantes de los libros, que quizá no vuelvan a tener más la ocasión de ver este material de Miguel Hernández.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Repotaje sobre el Códice Daza

Una de las magias del cine consiste en poner de moda aquello que estaba en el olvido. No quiero decir que Lope de Vega estuviese en el olvido ni mucho menos, pero hay que admitir que desde hace unos días, a raíz del estreno de la película sobre una tormentosa parte de su vida, se escucha su nombre más que de costumbre. Pero no todas las noticias relacionadas con el comediante barroco son relativas al cine.

Hace unos meses, concretamente en febrero, comentaba la adquisición del Códice Daza, el manuscrito más importante que existe de Lope, por parte de la Biblioteca Nacional de España. El proceso de restauración se anunciaba largo y tedioso por el deficiente estado en que se encontraba el documento. Carlos del Amor, periodista de TVE, se ha dado una vuelta por la BNE para ver cómo van los trabajos con el manuscrito. El resultado es este breve reportaje, que como no podía ser de otra forma, no omite las referencias a la película.


Examinamos a Lope de Vega con lupa


viernes, 27 de agosto de 2010

Librería Stock Llibres (Barcelona)


Una vieja superstición personal hace que, como por necesidad, Stock Llibres sea la primera librería que visito cuando pongo un pie en Barcelona. El triunfo de esa librería, una de las más populares de la ciudad, inconfundible quizá por su letrero rojo brillante, se debe a una mezcla de buena situación (en el 29 de la calle Comtal) y de una estrategia de marketing bastante original en el gremio. Lo normal es que las librerías de viejos permanezcan cerradas a cal y canto, como templos del conocimiento que el profano apenas se atreve a profanar, más allá del vistazo rápido a través del polvoriento escaparate. Si acaso, el librero intentará pescar algún cliente potencial usando como cebo una o dos mesas con libros baratos en la entrada. Stock Llibres, sin embargo, ha sabido romper con este desafortunado tópico y ha optado por técnicas menos elitistas. Carece de escaparates y sus puertas están permanentemente abiertas. Es difícil pasar y no ver a alguien curioseando por la entrada.

La disposición de los fondos tampoco puede ser casual: en la entrada hay material que poco o nada tiene que ver con los libros (postales, mapas turísticos de la ciudad, soldados de plomo, vehículos en miniatura, azulejos, discos de música). A continuación hay libros bastante baratos o grandes y vistosos volúmenes de arte, turismo o arquitectura. Lo normal es que los clientes no avancen más allá del mostrador, que es precisamente donde empieza la verdadera librería de viejos.

Un estrecho pasillo por el que apenas pasan dos personas al mismo tiempo da lugar a esa verdadera librería que se esconde en Stock Llibres, un lugar con tarima de madera y aroma a libro viejo y a humedad. A la izquierda libros de literatura, antiguos mezclados con nuevos, pero todos de segunda mano, y con importantes descuentos en el precio. Tal cantidad de libros, con estanterías que llegan hasta el techo, apilados en montones de difícil consulta, no hace sino dificultar la búsqueda, jugando un papel muy negativo la desorganización, que no va más allá de secciones del tipo “historia”, “música”, “arte”, “libros en catalán” o “libros en otros idiomas”. Para colmo de males el catálogo no está informatizado y los libreros no son completamente conscientes de lo que tienen en sus estanterías o en el almacén, un sótano que se vislumbra lleno de libros pero al que no se puede acceder.

¿Por qué se ha convertido en una referencia obligatoria? No hay primeras ediciones realmente valiosas, al menos que sepan los libreros, pero si se le dedica tiempo se pueden encontrar algunas joyas. Aparte de libros a un precio considerablemente rebajado se pueden conseguir primeras ediciones asequibles, alguna de Vargas Llosa o de Pablo Neruda, por ejemplo. Sólo decir que es la única librería de la que siempre salgo con uno o dos libros en las manos. Si a esto se le suma una muy buena música, de jazz o de rock and roll clásico, el resultado es un ambiente fabuloso en el que pueden pasarse volando las horas.

Desde luego, una visita obligada para cualquier amante de los libros que recale en la Ciudad Condal.