jueves, 20 de mayo de 2010

El incierto futuro de los manuscritos de Kafka

A los manuscritos de Kafka se les deparaba un futuro incierto ya desde antes de la muerte de su autor, que pidió a su editor y amigo Max Brod que los destruyera. Por suerte Brod no sólo no los destruyó sino que además se encargó de organizar los materiales y de publicarlos. Tras su muerte en 1968 sus posesiones pasaron a manos de su secretaria y colaboradora Esther Hoffe, que vendió el manuscrito de El proceso y entregó el resto de los documentos a sus dos hijas, Eva y Ruth. Así comienza el enfrentamiento entre las hermanas Hoffe y la Biblioteca Nacional de Israel, que defiende que Brod entregó los documentos a su secretaria para que los organizara y a continuación los entregara a una institución pública israelí, sobre todo a la propia Biblioteca Nacional.

Esta era la situación de los manuscritos hasta hacía poco. En septiembre de 2009 Eva Hoffe, que es la que custodia los documentos, denunció un robo, algo que se ha repetido hasta dos veces en la última semana. Lo increíble del caso es que Hoffe no es capaz de especificar qué es lo que ha desaparecido y su abogado insiste en que se trata de documentos sin importancia.

La Biblioteca Nacional sospecha que las hermanas Hoffe, ante la posibilidad de que la justicia les arrebate el material, pudieran estar vendiendo clandestinamente parte de él. Por ello, exige que se les entregue inmediatamente o que al menos se haga un inventario para poder exigir responsabilidades a las Hoffe.

¿Acabarán los manuscritos de Kafka en manos de libreros especuladores? O peor aún, ¿en librerías privadas ocultas para siempre? ¿Podría ser este el fin de un legado de incalculable valor?


Noticia en El País

1 comentario:

  1. Yo lo veo clarísimo: la culpa de todo este embrollo la tuvo el señor Kafka por no publicar sus obras a su debido tiempo. Eso de no querer publicar era una pose para hacerse el interesante, igualito que Virgilio y Salinger, vamos.

    A saber qué termina pasando con los manuscritos kafkianos.

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