En el número 115 de la Rua da Misericórdia, antes de llegar al espléndido mirador de Säo Pedro de Alcäntara, se encuentra una de las librerías con más encanto de todo el Chiado. Situada cerca de la librería Bibliarte, donde hay primeras ediciones de Camões y de Pessoa entre 6.000 y 20.000 euros, los precios de esta aparentemente destartalada librería son más asequibles, e incluso pueden encontrarse tesoros muy valiosos. Independientemente de que haya o no éxito en la búsqueda, sólo por darse una vuelta entre las desordenadas estanterías de esta librería (la más hermosa en la que haya estado hasta ahora) merece la pena visitarla.
Existe un orden muy básico entre tanto desorden. Hay libros en cualquier parte: por supuesto en las estanterías, pero también apilados en montones por cualquier rincón. En cajas, a veces llenas de libros, otras llenas de revistas antiguas y de cómics. Lo más curioso, a modo de anticuario al pie de la letra, es que se vende absolutamente de todo lo que sea vendible, no sólo libros, sino también postales, fotografías, recortes de prensa, mapas, gravados, discos, revistas, cajas de cerillas y un sinfín de pequeños detalles maravillosos.
La librera, con un manejo bastante bueno del español, nos guió amablemente en este fantástico laberinto. A pesar de todo, los libros en español son escasos: apenas llenaban, y con dificultad, una balda entera. También había cómics en español, sobre todo de la colección Olé, de Mortadelo y Filemón, de Rompetechos, y del Botones Sacarino, eso sí, a precios astronómicos. De lo poco que hay elijo una revista de bibliofilia (Pliegos de bibliofilia) y Rosa se anima a comprar un viejo disco de fados.
En fin, es un ambiente lleno de polvo y de magia que se convierte en una cita inolvidable en la ciudad lisboeta para los amantes de los libros usados y antiguos.
Existe un orden muy básico entre tanto desorden. Hay libros en cualquier parte: por supuesto en las estanterías, pero también apilados en montones por cualquier rincón. En cajas, a veces llenas de libros, otras llenas de revistas antiguas y de cómics. Lo más curioso, a modo de anticuario al pie de la letra, es que se vende absolutamente de todo lo que sea vendible, no sólo libros, sino también postales, fotografías, recortes de prensa, mapas, gravados, discos, revistas, cajas de cerillas y un sinfín de pequeños detalles maravillosos.
La librera, con un manejo bastante bueno del español, nos guió amablemente en este fantástico laberinto. A pesar de todo, los libros en español son escasos: apenas llenaban, y con dificultad, una balda entera. También había cómics en español, sobre todo de la colección Olé, de Mortadelo y Filemón, de Rompetechos, y del Botones Sacarino, eso sí, a precios astronómicos. De lo poco que hay elijo una revista de bibliofilia (Pliegos de bibliofilia) y Rosa se anima a comprar un viejo disco de fados.
En fin, es un ambiente lleno de polvo y de magia que se convierte en una cita inolvidable en la ciudad lisboeta para los amantes de los libros usados y antiguos.
Yo he estado en este sitio. Es increíble. Hay muchísimas librerías con curiosidades en Lisboa, sólo es cuestión de buscar y enterarse un poco.
ResponderEliminarGracias por compartir!
Un saludo;
Flavio