Fotografía donde se ve a Rimbaud en el Hôtel de L´Univers en Adén
Alban Caussé y Jacques Desse, dos libreros parisinos, se hicieron con un lote aparentemente inservible compuesto por papeles y viejas fotografías. Entre ellas había una fotografía de un grupo de europeos hacia 1880 ó 1890 en la terraza de entrada del Hôtel de L´Univers en Adén, Abisinia. La referencia del hotel les puso sobre la pista de Rimbaud, que había decidido abandonarlo todo, a París y a Verlaine, para viajar a África y convertirse en traficante de armas.
Caussé y Desse recurrieron a un experto en Rimbaud, Jean-Jacques Lefrère, que, tras largas pesquisas e investigaciones, efectivamente confirmó que se trataba del poeta francés. Desse y Lefrère cuentan con detalle la historia de sus investigaciones, como trabajo de arqueología literaria, publicado por Librairie 1001 pages, en el marco de sus «Histories littéraires, Un portrait inconnu de Rimbaud».
La escasez de fotografías del poeta francés explica el revuelo que ha causado el descubrimiento. La imagen se exhibirá en una exposición en el Gran Palacio de París.
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Caussé y Desse recurrieron a un experto en Rimbaud, Jean-Jacques Lefrère, que, tras largas pesquisas e investigaciones, efectivamente confirmó que se trataba del poeta francés. Desse y Lefrère cuentan con detalle la historia de sus investigaciones, como trabajo de arqueología literaria, publicado por Librairie 1001 pages, en el marco de sus «Histories littéraires, Un portrait inconnu de Rimbaud».
La escasez de fotografías del poeta francés explica el revuelo que ha causado el descubrimiento. La imagen se exhibirá en una exposición en el Gran Palacio de París.
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Ay, Rimbaud... Este tipo siempre quiso llamar la atención. De la poesía al tráfico de armas. ¿A cuento de qué venía todo eso? ¿No le parecía que las palabras son las armas más hermosas con las que cuenta el hombre para defenderse? Como poeta, mejor dicho, como el grandísimo poeta que fue, tendría que haberlo sabido. Claro que también es muy posible que las otras armas, las de fuego, le reportaran más beneficios económicos que el cultivo exquisito de la palabra.
ResponderEliminarLo que le ocurrió a Rimbaud es que acabó hasta los huevos de tanta pedantería.
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