En Rua Garrett, enfrente de la librería Bertrand, y a pocos pasos del café A Brasileira, se pueden encontrar una de las librerías de viejos más curiosas del Chiado. En un barrio de librerías, donde se concentran al menos una veintena de ellas, en un barrio de librerías pequeñas, de horarios arbitrarios y reducidos, es posible encontrar una librería, Sá Da Costa, con un horario que es el mismo que el de las tiendas más comerciales, más amplio y generoso incluso que el de la librería Bertrand. Pocos comercios, y esta librería es un ejemplo de ellos, están abiertos un domingo al mediodía o un día entre semana más allá de las once de la noche.
Al entrar el visitante se encuentra con una amplia sala con estanterías y seis mesas con ofertas de libros portugueses a 2, 3 y 10 euros. Una pequeña sala de literatura infantil al fondo da a un pasillo por el que se accede al final de la librería, que es más profunda de lo que parece al principio. En esta última estancia se encuentra los libros menos “comerciales” y más especializados, distribuidos por materias (historia, política, filosofía, etc.). También hay aquí varias mesas, una de ellas con mapas antiguos y modernos, desde los 5 euros.
La tienda está decorada con objetos curiosos relacionados con el mundo del libro, que es posible encontrar en estanterías y en recovecos. Hay una gigantesca máquina registradora a la entrada, un peso de aguja o una máquina de escribir Rheinmetall con una hoja escrita en varios idiomas.
El ambiente de la librería es en gran medida el de la Rua Garrett. Aunque no hay libros excesivamente comerciales a la vista siempre es posible encontrar clientes, muchos de ellos con mochilas a la espalda y evidente pinta de extranjeros, turistas que paseaban por la calle y que se vieron tentados a echar un vistazo a la librería. Muchos de ellos no tardan en salir por donde han entrado: la librería se dedica sobre todo al libro portugués y no es fácil encontrar volúmenes en otros idiomas.
Aquí os dejo enlazado un vídeo sobre esta librería. Por supuesto está en portugués, pero más o menos se entiende bien.
Al entrar el visitante se encuentra con una amplia sala con estanterías y seis mesas con ofertas de libros portugueses a 2, 3 y 10 euros. Una pequeña sala de literatura infantil al fondo da a un pasillo por el que se accede al final de la librería, que es más profunda de lo que parece al principio. En esta última estancia se encuentra los libros menos “comerciales” y más especializados, distribuidos por materias (historia, política, filosofía, etc.). También hay aquí varias mesas, una de ellas con mapas antiguos y modernos, desde los 5 euros.
La tienda está decorada con objetos curiosos relacionados con el mundo del libro, que es posible encontrar en estanterías y en recovecos. Hay una gigantesca máquina registradora a la entrada, un peso de aguja o una máquina de escribir Rheinmetall con una hoja escrita en varios idiomas.
El ambiente de la librería es en gran medida el de la Rua Garrett. Aunque no hay libros excesivamente comerciales a la vista siempre es posible encontrar clientes, muchos de ellos con mochilas a la espalda y evidente pinta de extranjeros, turistas que paseaban por la calle y que se vieron tentados a echar un vistazo a la librería. Muchos de ellos no tardan en salir por donde han entrado: la librería se dedica sobre todo al libro portugués y no es fácil encontrar volúmenes en otros idiomas.
Aquí os dejo enlazado un vídeo sobre esta librería. Por supuesto está en portugués, pero más o menos se entiende bien.
Qué gozada, eso de encontrarse una librería abierta hasta tan tarde. Eso será síntoma de que el negocio va bien y se venden muchos libros (digo yo...).
ResponderEliminarUn abrazo, biblioaprendiz
Pobre mochilero! Mira que encontrarse en Lisboa con una librería llena de libros en portugués! El bibliófilo de bolsillo es un pequeño paleto, me temo.
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