lunes, 12 de abril de 2010

Librería Avelar Machado (Lisboa)




Esta librería del número 19 de la Rua Poço dos Negros, después de haber pasado por el Largo do Calhariz, puede pasar desapercibida para el ojo poco atento. Es una de esas librerías alfarribistas que abundan en el Chiado bastante discretas, sin ningún letrero que indique el nombre de la librería. Nada, salvo los escaparates pulcramente ordenados, haría pensar que se trata de una librería. Al entrar ya, ahí sí, el letrero de la librería en un arco justo delante de la mesa del librero. En el cartel se puede leer el nombre completo con una descripción de la librería: «Livraria Avelar Machado. Casa fundada en 1876. Compra e venda de livros novos e usados. Artigos de papelaria. Especializada en livros de estudio».

En la primera sala hay abundancia de literatura portuguesa y de literatura extranjera traducida al portugués. En la sección de literatura española hay sobre todo traducciones portuguesas, aunque si se rebusca bien es posible encontrar desperdigados algún libro en castellano, como por ejemplo una antología de poesía publicada en 1925. De hecho, aquí compramos un libro sobre cómo escribir poesía de Silvia Adela Kohan.

Justo bajo el arco donde está el letrero hay una pequeña estantería con vidriera que contiene libros algo más valiosos, primeras ediciones, todas ellas pertenecientes a la literatura portuguesa. Más allá se entra en un estrecho pasillo, tan estrecho que en algún momento incluso hay que pasar de lado. La sensación de horror vacui es absoluta: se aprovecha cada hueco para colocar un libro, que incluso pueden verse colgados en la puerta de un baño camuflado.

En la vitrina están dos de los libros que venía buscando. A pesar de ser una librería discreta tienen el catálogo digitalizado dentro de Iberlibro. Una consulta previa podrá evitarnos la búsqueda a ciegas. Basta echar un vistazo al catálogo para comprobar que no tienen libros especialmente valiosos. Lo más caro que hay son colecciones de revistas y sólo un libro, una edición de Os Lusiadas de 1880, supera los 1.000 euros.

Los dos libros que he comprado en esta librería han sido dos primeras ediciones de Saramago. Ambas de la editorial Caminho, A Caverna y O Homem Duplicado, de 2.000 y 2.002 respectivamente. Había alguna otra primera edición de Saramago como los Cadernos de Lanzarote, que he dejado reservado para una próxima ocasión. Es cierto que no son los libros más valiosos de Saramago, cuyo libro más cotizado es su primera novela Terra de pecado, pero no cabe duda de que con los años, teniendo en cuenta que ha ganado un Nobel, se va a revalorizar bastante. No puedo dejar de recomendar, hablando de Saramago, estas dos buenísimas entradas de Tertúlia Bibliófila (ésta y ésta).

El librero, auténtico alfarrabista, fue extremadamente amable y atento. Está pendiente de nosotros, por si necesitamos ayuda o alguna aclaración. A pesar de no conocer el español se esfuerza por expresarse de una forma comprensible, y la comunicación consigue ser bastante fluida. Después de saber que habíamos hecho una consulta a Iberlibro generosamente nos indicó que visitásemos mejor su página, porque en Iberlibro los precios son algo más caros. Después de ojear la página de la libería se comprueba que la tradición y la modernidad no están para nada reñidos. Un sistema de catalogación sencillo y un buscador eficaz hacen que la página sea lo que cualquier página de librería debería ser.

Una visita imprescindible para todos los amantes de los libros que vaya a Lisboa y que quieran conocer alguna librería alfarrabista típica (una información muy útil entre tanta oferta). La consulta del catálogo vía Internet hace además que la propuesta sea todavía más atractiva. Por todo ello, altamente recomendable.

2 comentarios:

  1. Ojú, amigo. Cuantísimas entradas seguidas. ¿Y has podido visitar en persona todas y cada una de las librerías que estás describiendo? Eres increíble.

    ¿Qué significa "alfarribista"?

    Un abrazo

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  2. Sí, a todas y a algunas más. La verdad es que Lisboa me ha vencido en ese sentido, jamás pensé que pasaría por delante de librerías y que diría "ya está bien por ahora". Han sido pocos días para tantísimo que ver.

    Alfarribista es el término portugués para designar a los libreros, aunque yo entiendo que son libreros de viejos.

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