La cita ineludible para un bibliófilo un sábado por la mañana en Londres es el mercado de Portobello Road. Según cuentan, alguien compró aquí una antigüedad por unas treinta libras y consiguió revenderla en una tienda de subastas de Internet por diez mil veces su valor. ¿Cómo no acercarse a la calle de casi un kilómetro de longitud y pasear y dejarse perder entre esas tiendecitas apiñadas y llenas de encanto? Aún así, en este mercado, uno de los más famosos del mundo, los anticuarios son experimentados en la materia, perfectamente conocedores del valor exacto de lo que venden, lo que hace que encontrar gangas sea tremendamente difícil.
El ambiente de Portobello Road salpica de lleno a esta zona de Notting Hill. No es difícil encontrarse tiendas de moda vintage o de segunda mano. Y precisamente, una de estas tiendas, en Pembridge Road, justo antes de entrar en Portobello, es una librería llamada Book & Comic Exchange. Una buena parte del espíritu del mercado de Portobello está presente en las viejas estanterías de este comercio.
Se trata de una sola sala gigante, con una gran mesa en medio, lo que hace que la librería sea un incómodo y estrecho pasillo rectangular en el que es difícil pararse a mirar libros con detenimiento y no molestar al mismo tiempo a otros clientes. En esa mesa central hay sobre todo comic ―algo que suelo echar en falta en las librerías y que les da un toque más alternativo, muy distinto a la aristocracia del Portobello Market―, y sobre ella unas estanterías con libros ordenados según distribuciones aleatorias (firmados, nuevas adquisiciones, etc.).
La sección de novelas ocupa casi una de las paredes laterales enteras. Aunque el orden de los libros trate de ser algo parecido a una distribución desde la A hasta la Z, si uno se fija más detenidamente resulta caótico y desconcertante, porque los libros no siguen al pie de la letra ese orden.
Iba con tiempo y le dediqué una hora a repasar bien las estanterías. Los libros raros, valiosos o interesantes no abundan, siendo lo habitual libros de segunda mano en ediciones baratas y sencillas. Finalmente doy con un libro que llama mi atención: una primera edición, marcada como tal, de Enderby outside de Anthony Burgess, publicada por William Heinemann Ltd. en el año 68 (sin cubierta y con un punto de óxido en el lomo superior). Sí, ya sé que no es A Clockwork Orange, pero por dos libras el libro se está vendiendo por Internet a precios muy superiores.
El ambiente de Portobello Road salpica de lleno a esta zona de Notting Hill. No es difícil encontrarse tiendas de moda vintage o de segunda mano. Y precisamente, una de estas tiendas, en Pembridge Road, justo antes de entrar en Portobello, es una librería llamada Book & Comic Exchange. Una buena parte del espíritu del mercado de Portobello está presente en las viejas estanterías de este comercio.
Se trata de una sola sala gigante, con una gran mesa en medio, lo que hace que la librería sea un incómodo y estrecho pasillo rectangular en el que es difícil pararse a mirar libros con detenimiento y no molestar al mismo tiempo a otros clientes. En esa mesa central hay sobre todo comic ―algo que suelo echar en falta en las librerías y que les da un toque más alternativo, muy distinto a la aristocracia del Portobello Market―, y sobre ella unas estanterías con libros ordenados según distribuciones aleatorias (firmados, nuevas adquisiciones, etc.).
La sección de novelas ocupa casi una de las paredes laterales enteras. Aunque el orden de los libros trate de ser algo parecido a una distribución desde la A hasta la Z, si uno se fija más detenidamente resulta caótico y desconcertante, porque los libros no siguen al pie de la letra ese orden.
Iba con tiempo y le dediqué una hora a repasar bien las estanterías. Los libros raros, valiosos o interesantes no abundan, siendo lo habitual libros de segunda mano en ediciones baratas y sencillas. Finalmente doy con un libro que llama mi atención: una primera edición, marcada como tal, de Enderby outside de Anthony Burgess, publicada por William Heinemann Ltd. en el año 68 (sin cubierta y con un punto de óxido en el lomo superior). Sí, ya sé que no es A Clockwork Orange, pero por dos libras el libro se está vendiendo por Internet a precios muy superiores.
Por fin actualizas, mi querido amigo. Gracias por tu elocuente comentario en la entrada sobre Obama de mi blog. ¿Esta librería es tan grande como la Foyle´s?
ResponderEliminarAfirmas que los libreros que trabajan allí saben mucho de tasación, y es difícil encontrar libros baratos. Entonces, eso quiere decir que cuanto menos sepa el librero sobre qué precio debe tener un libro, más fácil es negociar y realizar alguna buena adquisició. Y si ya se da la situación contraria (comprador experto y librero profano), entonces el comprador puede estafar al vendedor tan ricamente, ¿no?
¡Qué va! Sólo es una sala grande.
ResponderEliminarCuando hablo de libreros me refiero a libreros bibliófilos o libros de viejos. No es como hablar de un dependiente de La casa del libro. Para ser librero de este tipo hay que saber forzosamente muchísimo sobre cuestiones técnicas de los libros, y casi se imponen las nociones amplias de tasación. Por eso, en este tipo de librerías no es fácil encontrar gangas.