jueves, 5 de agosto de 2010

Recuperado el First Folio de Durham


Raymon Scott posando antes de su juicio en Newcastle

Robar cualquier obra de arte valiosísima tiene sus riesgos si a continuación se pretende hacer negocio con ella. Lo que es evidente en pintura también debería serlo en bibliofilia. Aunque dos libros de una misma edición sean en principio idénticos no quiere decir que no sean identificables, como demuestra el caso del First Folio de Durham.

En 1998 el First Folio (nombre que recibe la primera edición, de 1623, de las 36 obras teatrales de Shakespeare y del que existen unos 200 ejemplares constatados en el mundo) fue robado en una exposición en la Universidad de Durham, al noreste de Inglaterra. La obra podría haber continuado en paradero desconocido si no fuera porque aquel que la robó en su día tenía la idea de venderla por su valor exacto (en un derroche de ambición) y necesitaba que algún experto le tasase la obra. El ladrón en cuestión, Raymon Scott, no era consciente de que alguien con los suficientes conocimientos en las ediciones de Shakespeare también sería lo bastante inteligente como para identificar la obra robada.

Así que Scott se presentó en la Folger Shakespeare Library de Washington con el First Folio para tasarlo. Su forma de intentar dejar el ejemplar irreconocible fue arrancar las tapas del volumen y algunas páginas en las que se hacía referencia a la Universidad, al tiempo que inventaba su dudoso origen en Cuba. Bastó un vistazo para que los expertos identificaran el ejemplar con el robado.

Lo más curioso del caso es la identidad del ladrón: un playboy en paro que vivía una vida de grandiosidad y lujo con un amplio historial delictivo. La intención de Scott al vender el volumen de Shakespeare era, al parecer, conseguir el suficiente dinero como para impresionar a una mujer. Basta ver la foto en la que posa el individuo antes del juicio (en el que finalmente ha sido condenado a ocho años de prisión) para hacerse una idea de su desfachatez.

Afortunadamente el ejemplar ya está de vuelta en la Universidad de Durham, auque tendrá que ser restaurado debido a los daños que Scott le causó, que por otra parte no son demasiado importantes.


Noticia en Público

2 comentarios:

  1. Qué hijo de puta, el playboy de los cojones!

    Cuando describes el destrozo, por mínimo que haya sido, de la portada del First Folio, he sentido dolor físico.

    Pobre Shakespeare...

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  2. Repasando tus artículos me he dado cuenta que hoy hay una notícia en otro blog relacionada con esta.
    Uno de los 200 ejemplares del First Folio sale a la venta:
    http://www.llibrevell.cat/wp/subhasta-del-llibre-mes-car-del-mon/

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